Muchos de los animales que se venden por internet o en algunas tiendas de nuestro país proceden de criaderos ilegales de países como Eslovaquia y Hungría, vienen con documentación falsa y enfermos, hasta el punto de que sus compradores tienen que sacrificarlos después de embolsar, por supuesto, una suma importante de dinero por su adquisición y tratamientos.
‘La organización vienesa de protección animal Four Pows calcula que cada mes se venden 46.000 perros entre los estados miembros de la UE. El valor de estas ventas, que también incluyen a gatos, alcanzaría los 1.300 millones de euros anuales’, según nos cuentan en El País.
Un negocio pero que muy rentable que ha permitido aflorar decenas de criaderos ilegales en los que particulares sin escrúpulos explotan a hembras de las razas más demandadas y cotizadas, para ‘producir’ camadas en condiciones deplorables, exportarlos con documentación falsa, muchas veces sin vacunar o enfermos, y colocarlos en determinadas tiendas o venderlos directamente por internet.
Aunque tal y como denuncian desde Pacma y recogen en El País:
En España también existen esas granjas de perros. No tienen acreditación de núcleo zoológico [la licencia necesaria para poder criar y vender animales] y son ilegales. Pero venden a tiendas o directamente por Internet sin ningún tipo de control. Y la situación es la misma: hembras pariendo camada tras camada y cuando ya no les valen se deshacen de ellas.
Sea cual sea el origen de estos perros, gatos, tortugas o pájaros, son transportados hacinados en camiones; muchos no llegan a destino, mientras que otros lo hacen ya enfermos.
Algunos compradores que se han visto obligados a sacrificar a mascotas que habían adquirido por internet o en algunas tiendas, porque portaban enfermedades graves e incurables, han denunciado sus casos y han sacado a la luz historias terribles sobre el tratamiento que se da a estos animales.
Pero, ¿cómo se permiten estas prácticas?, ¿no existe regulación? Por supuesto que todo criadero debe contar con su licencia y cumplir una serie de requisitos no solo administrativos, también sanitarios, pero este es un negocio muy rentable que seduce a gente sin escrúpulos y demasiado extendido, que tiene a las autoridades desbordadas.
Según este mismo artículo de El País, Seprona constató más de 11.000 infracciones administrativas a la normativa sobre animales de compañía y más de 10.000 a la normativa sobre sanidad animal, además de numerosas operaciones contra la venta ilegal.
Y mientras aflora este negocio de venta de mascotas, en España se siguen abandonando más de 300.000 animales al año, protectoras y refugios están desbordados y siguen apareciendo perros y gatos que nadie quiere en las cunetas.
Un tema controvertido que debería invitarnos a la reflexión: si decides comprar en lugar de adoptar, al menos hazlo con las garantías suficientes; infórmate sobre el origen legal y el trato que reciben estos animales.
Vía: El País
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