Síndrome alcohólico fetal y terapia con perros

perros de terapia - Síndrome alcohólico fetal y terapia con perros

El Hospital Vall d’Hebron de Barcelona está realizando un ensayo con perros de terapia para comprobar cómo su relación con pacientes con síndrome alcohólico fetal influye en la mejoría de estos niños.

Los resultados son tan esperanzadores que se proyecta incrementar la terapia inicialmente a 20 niños durante un año y luego extenderla a 120 de manera grupal; este hospital tiene diagnosticados alrededor de 300 casos.

El síndrome alcohólico fetal (SAF) afecta a niños cuyas madres consumieron alcohol durante el embarazo, provocando en sus hijos problemas cognitivos, de conducta, sociales y psicológicos.

Aunque es un ‘mal’ evitable, ya que se erradicaría simplemente no consumiendo alcohol estando embarazada, la información y las labores de prevención no parecen suficientes para disuadir a algunas madres en esta práctica tan nociva para el feto.

También resulta complejo para algunos sanitarios detectar y diagnosticar esta enfermedad, ya sea por la dificultad de delimitar bien los síntomas y por la vergüenza de los padres de admitir malos hábitos.

alcohol durante el embarazo - Síndrome alcohólico fetal y terapia con perros

Pero el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona está realizando un gran esfuerzo en mejorar la calidad de niños diagnosticados de SAF y para ello ha recurrido a la labor de perros de terapia con sus respectivos monitores.

El contacto de estos niños con perros ‘mejora su estado emocional, refuerza la confianza y la concentración’ según explican en 20 minutos, donde recogen también el testimonio de Inés Benítez, la madre de dos niños afectados de 8 y 15 años, que afirma que ha percibido en sus hijos cierta mejoría en tan solo el primer mes de terapia, viéndoles más relajados, concentrados y responsables.

La psiquiatra responsable del Programa del Síndrome Alcohólico Fetal de Vall d’Hebron, Nuria Gómez, habla de ‘estigma’ en una enfermedad que afecta principalmente a niños adoptados pero también a algunos nacidos aquí y que suele conllevar:

«dificultades en el control emocional», en el pensamiento abstracto e ingenuidad e incapacidad para entender las normas sociales, unos déficits en las habilidades de la vida diaria que les afecta también en la vida adulta.

Por eso, tras el éxito de estos perros en terapias con pacientes con autismo, esquizofrenia o depresión, decidieron incluirla en el programa para tratar el síndrome alcohólico fetal y según estiman, con resultados satisfactorios.

Vía: 20minutos
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