Fábricas de pienso para perros, ¿Cómo funcionan?

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La industria del pienso para perros ha evolucionado significativamente en los últimos años, ofreciendo una variedad de productos diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de nuestras mascotas. Entender cómo funcionan las fábricas de pienso y qué métodos utilizan para elaborar estos productos puede ayudarte a tomar decisiones más informadas sobre la alimentación de tu perro. En este post, te explicaremos en detalle los procesos de fabricación y los ingredientes utilizados en la elaboración del pienso canino.

¿Cómo funcionan las fábricas de pienso para perros?

En las fábricas de pienso, se combinan ingredientes de diversas fuentes para crear alimentos completos y equilibrados que cubran las necesidades nutricionales de los perros. El proceso comienza con la recepción y almacenamiento de materias primas procedentes de proveedores, que pueden incluir carnes, pescados, cereales, vegetales y otros componentes, ya sea en formato entero, deshidratado o premezclado.

Las materias primas se someten a procesos de trituración y mezcla, hasta obtener una masa homogénea que luego se convierte en las croquetas de pienso que conocemos. Existen varios métodos para fabricar estas croquetas, cada uno con sus propias ventajas e inconvenientes.

Ingredientes utilizados en el pienso canino

En la elaboración de piensos para perros, se utilizan una variedad de ingredientes que garantizan una dieta equilibrada y nutritiva para nuestras mascotas. Los componentes principales suelen ser productos de origen animal, como carnes, pescados y sus derivados, junto con una combinación de productos vegetales, cereales, harinas, frutas y hortalizas.

Las proteínas de origen animal, esenciales en la dieta canina, pueden provenir de dos fuentes principales:

Subproductos Animales No Destinados a Consumo Humano (SANDACH) de categoría 3: Estos incluyen piezas de carne o pescado aptos para consumo humano que, por razones comerciales, no llegan a nuestras mesas. También abarcan restos como pieles, pezuñas, cuernos, cerdas y plumas, así como partes de peces de animales sacrificados para consumo humano. Es importante destacar que todos los productos animales de esta categoría son rigurosamente analizados para garantizar que no representan ningún riesgo ni para las personas ni para los animales. Si lo hicieran, serían clasificados en las categorías 1 o 2, que no se utilizan para alimentación.
Carnes y subproductos animales aptos para consumo humano: En esta categoría se incluyen piezas de animales como carne, huesos y cartílagos, junto con menudillos (vísceras comestibles como hígados, riñones y pulmones) y pescados y otros animales marinos destinados a la alimentación humana.

Es importante subrayar que el uso de productos del primer grupo (SANDACH de categoría 3) no implica necesariamente una menor calidad del pienso. De hecho, muchas carnes y pescados de esta categoría no llegan al mercado humano simplemente por razones estéticas, no por falta de calidad nutricional. También recalcar que todas estas partes de animales que nombramos forman parte de la dieta natural de los animales carnívoros como los perros y los gatos y que su uso (en su justa medida) en la fabricación de piensos es importante para ajustar el balance nutricional final del alimento, ya que aportan ciertos minerales y vitaminas que tendrían que añadirse de una forma menos natural si no la composición inicial no los incluyera. Los piensos de menor calidad son aquellos que dependen exclusivamente de proteínas de baja calidad, como triturados de huesos y otros restos con menor valor nutricional. Cabe señalar que la calidad del pienso no siempre se refleja en su precio, ya que incluso piensos costosos y de marcas reconocidas pueden utilizar este tipo de proteínas.

En cuanto a los cereales, estos suelen ser cultivados específicamente para la alimentación animal, con diferencias en el uso de fertilizantes y pesticidas en comparación con los cultivos destinados al consumo humano. Asimismo, las verduras, frutas y hortalizas que se incluyen en los piensos generalmente provienen de cultivos destinados al consumo humano, pero que han sido descartados por razones estéticas, lo que no compromete su calidad.

Los piensos de mayor calidad se caracterizan por incluir una cantidad significativa de proteínas animales provenientes de carnes y pescados como ingrediente principal, grasas de origen animal, y una cantidad reducida de hidratos de carbono, priorizando cereales como el arroz o la avena, o eliminándolos por completo (piensos grain-free). Además, incorporan hortalizas, verduras y frutas que aportan vitaminas y antioxidantes, extractos botánicos que favorecen la digestión, la salud del sistema urinario y el sistema inmunológico, y suplementos como condroprotectores para proteger las articulaciones.

¿Cuáles son los métodos para fabricar el pienso?

La fabricación de pienso para perros implica diferentes métodos, cada uno con sus propias características que influyen en la calidad y propiedades del producto final. A continuación, te detallamos los más comunes:

Extrusión: Este método es el más extendido en la industria. Los ingredientes se mezclan, se cocinan a alta temperatura y presión, y se extruyen para formar las croquetas. Posteriormente, se añaden aceites, grasas y otros nutrientes esenciales. Este proceso esteriliza el pienso, eliminando bacterias y toxinas, pero puede degradar algunos nutrientes, lo que obliga a añadirlos posteriormente.
Extrusión en frío: Similar a la extrusión tradicional, pero a temperaturas más bajas. Esto conserva mejor los nutrientes, aunque puede reducir la vida útil del producto.
Horneado: Utilizado principalmente en la fabricación de snacks y piensos premium. Los ingredientes se mezclan, se les da forma y se hornean. Este método conserva las propiedades de los ingredientes, pero es más lento y costoso.
Prensado en frío: En este proceso, los ingredientes frescos se prensan en forma de pellets sin aplicar calor, lo que ayuda a mantener sus propiedades nutricionales. Sin embargo, la vida útil del producto puede ser más corta.
Deshidratación: Se aplica calor para eliminar el contenido de agua de los ingredientes frescos, lo que ayuda a preservar sus propiedades y a prolongar la vida útil del producto.
Liofilización: Los ingredientes se congelan rápidamente y luego se deshidratan a bajas temperaturas, conservando así las cualidades nutricionales y el sabor del producto.

Entender cómo se fabrican los piensos para perros te permite tomar decisiones más informadas sobre la alimentación de tu mascota. En Barakaldo Vet Shop, nos comprometemos a ofrecer productos de alta calidad que se adapten a las necesidades específicas de cada perro, teniendo en cuenta tanto los ingredientes como los métodos de fabricación. Si tienes dudas sobre qué pienso es el más adecuado para tu perro, no dudes en consultarnos. Estamos aquí para ayudarte a elegir la mejor opción para su salud y bienestar.