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Los veterinarios nos advierten cada vez con más frecuencia de la amenaza de los trombicúlidos con la llegada del otoño, ya que es esta la época del año en el que esta especie de ácaros supone un mayor riesgo para la salud de nuestras mascotas.
Pero ¿qué son los trombicúlidos? ¿Dónde se encuentran? ¿Cómo afectan a nuestros perros?
Los trombicúlidos son una familia de ácaros diminutos (< 0.5 mm) que en su fase larvaria se adhieren a animales superiores que pasan cerca de ellos para alimentarse de las células de la piel, provocando afecciones serias en sus huéspedes.
Permanecen al acecho entre la vegetación en la época otoñal y, aunque también pueden provocar reacciones cutáneas de cierta importancia en las personas, el mayor riesgo lo sufren nuestras mascotas, ya que pueden producirles infecciones considerables.
No ir al monte hasta Navidad
Hace un par de años nos advertían desde el Centro veterinario Iregua de La Rioja que estaban atendiendo varios casos diarios y nos explicaban en su perfil de Facebook que:
Los trombicúlidos son unas arañitas diminutas que habitan los bosques de nuestras montañas en estos meses de otoño y hasta que caen las primeras nieves. Cuando se enganchan a nuestros peludos producen una fuerte reacción que cursa con vómitos múltiples y apatía entre los síntomas más habituales. Pueden llegar a ponerse realmente enfermos peligrando su vida si no se actúa a tiempo.
Y nos recomendaban evitar las excursiones al monte durante los meses de otoño, al menos hasta la llegada del frío en diciembre. Una tarea para algunos muy difícil ya que coincide con las salidas de seteros y de muchos montañeros que aprovechan esta estación precisamente para disfrutar de los ocres y toda la gama de colores que nos ofrecen nuestros bosques en otoño.
Pero no debemos menospreciar el riesgo de los trombicúlidos porque no los veamos y sobre todo debemos hacer un chequeo exhaustivo a nuestro peludo cuando regresemos de una jornada en el monte y consultar al veterinario si detectamos su presencia (suelen adherirse a la piel formando una especie de arenilla naranja como la de la imagen inferior) o percibimos cualquier síntoma.
Unos parásitos que llevan ya años dando guerra en nuestros montes; de hecho El Correo publicaba ya en 2007 una noticia en la que se informaba sobre la posibilidad de cerrar el monte riojano de ‘La Pineda’ por la proliferación de estos parásitos y el riesgo elevado para la población local.
Vía: Otcvet
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