Mafias de la mendicidad usan perros drogados

perros mendigos - Mafias de la mendicidad usan perros drogados

Es lo último en maltrato animal: drogar y maltratar a perros, muchos de ellos cachorros, para dar lástima a los peatones y obtener así un mayor beneficio mendigando (hasta 400€ por día).

A falta de niños las mafias dedicadas a la mendicidad han optado ahora por sustituirles por cachorros o perros adultos a los que pegan y drogan para que estén ‘tranquilos’ en la calle mientras ellos se lucran, apelando a la empatía de transeúntes que se preocupan por el estado del animal.

Los canes, algunos traídos de Rumania, otros adoptados e incluso robados, suelen ser el reclamo perfecto para que la gente se acerque y establezca contacto con los mendigos, quienes han sido obligados a su vez por las mafias a utilizar a los perros para dar aún más lástima.

Esta nueva forma de pedir dinero en la calle empezó en Barcelona, pero se ha extendido a la capital tras ser descubiertos por la policía catalana.

Se trata por tanto de las mismas personas que se mueven por distintas ciudades e incluso se van ‘pasando’ los perros, como puede comprobarse en este reportaje de Antena 3, por lo que el mismo perro puede verse obligado a estar las 24 horas del día en la calle con distintos mendigos.

La Policía está comprobando el estado de los perros e incluso empezando a requisarlos para que reciban atención sanitaria y buscarles un hogar.

Esto es precisamente lo que pasó con Bombilla y Zafira, dos cachorrillas incautadas en mal estado a esta mafia rumana y que, tras ser atendidas en una protectora, buscan hogar ya recuperadas y felices, ajenas a la suerte que estuvieron a punto de correr de no ser rescatadas a tiempo.

Por desgracia los perros no son las únicas víctimas de esta red mafiosa, también hay personas que son obligadas a pedir y a ‘repartir’ sus ganancias, tal y como explican en El Mundo:

Los cabecillas suelen buscar a familias muy pobres con menores o discapacitados a su cargo. Ofrecen a los padres dinero para que dejen a sus hijas venir a España, asegurándoles un ficticio trabajo digno. Les compran un billete de bus y después de 48 horas de viaje les reparten por las calles a pedir dinero: unas al semáforo con una muleta y otras con perros en las esquinas.

Así que los perros son entregados a personas en una situación muy vulnerable e incapaces de atenderles en condiciones, por lo que es imposible que estos animales puedan llevar una vida digna en sus manos y de ahí que la Policía haya empezado a requisarlos.

Vía: Antena 3, El Mundo
También puedes ver: La historia de Takis Shelter, el refugio de decenas de perros sin hogar

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