No sabemos cómo lo hacen, pero estos amigos perros no dejan de sorprendernos con su generosidad, su pragmatismo y su capacidad para darnos lecciones de cómo afrontar las situaciones más complicadas.
Lo que comenzó como dos historias tristes independientes, finaliza como una sola, la misma para todos los protagonistas, y con final feliz.
Esta es la historia de Daisy y de ocho cachorrillos huérfanos. Una historia en la que la casualidad y el amor de sus humanos consiguió cambiar sus destinos uniéndoles en la adversidad y creando una nueva familia.
El pasado 20 de febrero un incendio en el granero de una familia de Oregon, USA, acabó con la vida de los siete cachorrillos de Daisy. Según cuenta Jessica Woodruff, la madre:
Teníamos una agradable cama preparada para que Daisy tuviera sus cachorros dentro, pero encontró su propio lugar en el granero. Cuando nos dimos cuenta del incendio era demasiado tarde.
La sra. Woodruff cuenta que como madre no podía ni imaginarse lo que supuso para Daisy la pérdida de sus hijos; de hecho se paseaba desorientada por el lugar que había ocupado el granero, triste y sin apetito, no era la misma.
Con el fin de ayudarla y tras consultar con veterinarios en la zona y con protectoras, la familia solicitó a través de Facebook alguien que tuviera cachorros que necesitaran una ‘madre temporal’.
Los medios locales se hicieron eco de la noticia y fue así como la noticia llegó a oídos del propietario de Chloe, una Border Collie, que había muerto durante el parto.
A los ocho cachorros de Chloe los estaban criando con biberón y mimo, pero claro, una madre es una madre, así que al día siguiente de contactar con los Woodruff los pequeños ya estaban con su nueva madre adoptiva.
La reacción de Daisy fue inmediata, no solo los alimentó, los aseó y los protegió, sino que volvió a recuperar las ganas de comer y de vivir, volviendo a ser la misma perra de antes.
Aunque solo viviran juntos hasta el momento del destete, lo importante es que todos han conseguido salir adelante gracias a que se tenían los unos a los otros.
Vía: SrPerro
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