Con los cambios de hábitos es frecuente que en verano se produzcan urgencias veterinarias distintas al resto del año. Paseos al aire libre en lugares desconocidos, calor extremo, baños en el mar o en el río…exponen a nuestras mascotas a determinados riesgos que no tienen en otras estaciones, por eso es importante conocerlos, para poder así evitarlos o combatirlos.
El año pasado publicamos una especie de decálogo para un verano feliz y sin riesgos con nuestro perro y desde todas las páginas y blogs de animales se advierte del mayor peligro en estas fechas: los golpes de calor.
Un perro encerrado en un coche al sol puede llegar a morir en solo 20 minutos, por eso es importante conocer cómo prevenir un golpe de calor y cómo reaccionar en caso de que se produzca; en Otcvet nos ayudan a identificar situaciones de riesgo y nos explican qué hacer si sospechamos que nuestro perro está sufriendo un golpe de calor.
Pero no es este el único peligro estival para nuestros peludos. En el blog de En busca de una segunda oportunidad de 20 minutos han elaborado un listado con las urgencias veterinarias más comunes en verano y qué hacer en caso de que nuestro perro se vea afectado por alguna de ellas. Estas son:
- Golpes de calor
- Intoxicaciones
- Gastroenteritis
- Traumatismos y heridas
- Reacciones alérgicas
Respecto a los traumatismos si le soltamos mientras paseamos con él no le debemos de perder de vista especialmente si es una zona por la que circulan coches y si tenemos un gato y estamos en una casa que no es la nuestra habitual debemos de vigilar que no tenga acceso al exterior y se pueda caer. Para evitar problemas digestivos es bueno continuar con su dieta habitual y no darle de comer cosas que no tome habitualmente, y estar pendiente de que no ingiera ningún cuerpo extraño o tóxico.
En este mismo blog nos recomiendan viajar siempre con un botiquín que incluya elementos tan básicos como ‘algún antiséptico como betadine, suero fisiológico para lavar heridas, gasas, venda cohesiva, una manta, enfriadores para utilizar ante un golpe de calor (los hay específicos para perros, incluso chalecos con frío o collares con frío que se pueden utilizar como prevención) y urbason inyectable para tratar una reacción alérgica o un shock anafiláctico en caso de que no tengamos acceso rápido a un veterinario y la situación así lo requiera.’
Es muy importante también tener localizado un veterinario para posibles urgencias, ya sea físicamente o telefónicamente, ya que muchas consultas se podrán hacer por teléfono, sin necesidad de desplazarse.
Y como siempre, aplicar el sentido común, planificar las vacaciones pensando en la familia al completo y descartar excursiones o planes que puedan suponer excesivo riesgo, tratando de que el verano sea divertido y seguro para todos.
Vía: 20minutos
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