Guía definitiva para cuidar las articulaciones de un perro

La importancia de las articulaciones en la salud de un perro

Las articulaciones son fundamentales para el movimiento del aparato locomotor. Sin ellas, el cuerpo de un perro sería un bloque incapaz de moverse, avanzar, evitar depredadores o buscar alimento y agua. La salud articular es esencial para garantizar una buena calidad de vida en nuestros compañeros peludos, ya que les permite moverse, interactuar con otros animales y personas, explorar su entorno y realizar actividades cotidianas, como hacer sus necesidades. Cuando las articulaciones se debilitan, incluso los movimientos más simples se convierten en un desafío, afectando su bienestar general.

Factores que afectan la salud articular en perros

Numerosos factores pueden influir en la salud de las articulaciones de los perros, lo que puede llevar al desarrollo de enfermedades degenerativas como la artrosis, displasia y espondilosis, entre otras.

Raza y predisposición genética

La relación entre la raza y la predisposición a problemas articulares es un tema complejo que involucra factores genéticos y morfológicos. Algunos perros, debido a su raza, tienen una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades articulares, mientras que otros, sin raza definida, pueden estar más relacionados con su tamaño.

Selección genética y características morfológicas

A lo largo de la historia, la cría selectiva ha jugado un papel crucial en la conformación de las razas caninas tal como las conocemos hoy. Los criadores han elegido perros con características específicas para lograr ciertos rasgos físicos o habilidades, lo que ha llevado a la selección de ciertas modificaciones genéticas. Si bien esta selección ha permitido obtener razas con cualidades excepcionales —como la fuerza de los perros de trineo o la inteligencia de los pastores—, también ha contribuido a la aparición de problemas de salud, especialmente en lo que respecta a las articulaciones.

Por ejemplo, razas como el Teckel, Corgi, Bulldog francés e inglés, Jack Russell, Basset Hound, Chihuahua y Lhasa Apso presentan patas cortas que, junto con su estructura corporal, no están diseñadas para soportar el peso de manera adecuada. Esta desproporción provoca un sobreesfuerzo en sus articulaciones, músculos, ligamentos y tendones, lo que a menudo resulta en problemas degenerativos prematuros. Además, los Teckel tienen una columna vertebral alargada, lo que aumenta el riesgo de espondilosis y degeneración vertebral.

Otro caso común son los Pastores Alemanes de líneas estéticas, que a menudo presentan una caída en la zona lumbar de la columna, frecuentemente asociada a displasia de cadera. En estas razas, la extensión inadecuada de las rodillas en las patas traseras puede llevar a problemas adicionales en ligamentos y tendones.

Tamaño y morfología

Los perros de razas grandes, generalmente aquellos que superan los 30-35 kg, también enfrentan riesgos mayores de desarrollar problemas articulares. El peso que deben soportar sus articulaciones, incluidos muñecas, codos, rodillas, tobillos y columna vertebral, incrementa el riesgo de desgaste y lesiones. Por esta razón, es esencial controlar el peso de estos perros, especialmente en las razas grandes y gigantes, para prevenir problemas futuros.

Los mestizos de razas que sufren de problemas articulares hereditarios también pueden heredar estas condiciones. Sin embargo, la diversidad genética en los perros mestizos a menudo resulta en una menor probabilidad de heredar problemas específicos, ya que los genes tienden a favorecer características que aumentan la supervivencia y a eliminar aquellas que representan desventajas.

Edad y sobrepeso

La edad afecta a todos los seres vivos, y las articulaciones no son una excepción. Con el tiempo, se produce una degeneración progresiva de los tejidos del organismo, incluyendo huesos, cartílagos, tendones, músculos y ligamentos. El sobrepeso agrava esta situación, ya que aumenta la carga sobre las articulaciones y puede empeorar la circulación sanguínea, aumentando la inflamación tanto tisular como articular y dificultando el funcionamiento óptimo de las estructuras articulares.

Estilo de vida y nivel de actividad

Un estilo de vida activo y adecuado a las necesidades de cada perro es crucial para mantener la salud articular. La falta de ejercicio puede llevar a un perro a la obesidad y a una pérdida de capacidades físicas como la elasticidad y resistencia. Por otro lado, un exceso de actividad o ejercicios inapropiados también puede dañar músculos, tendones y ligamentos, aumentando el riesgo de lesiones y desgaste prematuro del cartílago articular.

Es recomendable evitar ejercicios repetitivos e intensos, como lanzar constantemente pelotas, así como las carreras excesivas junto a una bicicleta. Asegurarse de elegir los momentos adecuados para pasear y adaptar la actividad al clima también es esencial.

Cómo prevenir problemas articulares en perros

Para prevenir problemas articulares, es vital adaptar el ejercicio físico diario a las necesidades individuales de cada perro. Además, es fundamental ofrecer una alimentación adecuada que asegure un aporte de nutrientes de calidad y evite el sobrepeso. También existen suplementos nutricionales que pueden contribuir a mantener las articulaciones sanas y fuertes.

Ejercicio adecuado

El ejercicio debe ajustarse al tipo de perro, considerando su edad, tamaño y condición física. Un podenco andaluz y un mastín napolitano tienen necesidades muy diferentes. La mejor opción es permitir que el perro determine el nivel de actividad que desea y necesita, aprendiendo a escucharlo y adaptando la rutina a sus requerimientos.

Alimentación balanceada

Una dieta equilibrada y completa es clave para proporcionar los nutrientes necesarios para mantener las articulaciones en buen estado. Las proteínas animales ricas en aminoácidos esenciales, grasas como el omega-3, colágeno, vitaminas C y E, antioxidantes y minerales como el calcio y fósforo son fundamentales. Es importante variar la alimentación para que los perros puedan beneficiarse de diferentes carnes, pescados, hortalizas y frutas.

Suplementos articulares recomendados

Los condroprotectores son el suplemento articular más destacado. Estos nutracéuticos contienen moléculas que forman parte del cartílago articular, como condroitín, glucosamina y ácido hialurónico. Ayudan a lubricar las articulaciones, mejoran la función amortiguadora y reducen la fricción durante el movimiento.

Es recomendable comenzar a utilizar condroprotectores de forma preventiva en perros de razas medianas y grandes desde los 2 meses hasta completar su desarrollo (12-18 meses) y durante la adultez. En perros más pequeños, se pueden iniciar a partir de los 4-6 años, administrándolos en ciclos anuales. Aunque los condroprotectores pueden ser beneficiosos una vez que se presenta una patología articular, la prevención siempre será la mejor estrategia.

Consejos para mantener las articulaciones de tu perro saludables

Asegúrate de que la alimentación que le ofreces es rica en proteínas y grasas animales. Controla su peso, fomenta la actividad física diaria y considera el uso de suplementos nutricionales en perros con mayor predisposición a problemas articulares.

Tratamientos para problemas articulares en perros

Además de las recomendaciones mencionadas, existen tratamientos veterinarios que pueden aliviar los síntomas de problemas articulares. Las terapias alternativas, como la rehabilitación, la natación y el tratamiento con láser, son muy beneficiosas para regenerar tejidos, reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea, que es esencial para mantener la salud articular.

Recientemente, se ha introducido un medicamento innovador a base de anticuerpos monoclonales, administrado mensualmente, que ayuda a aliviar el dolor de la osteoartritis, llamado Librela. Sin embargo, es fundamental consultar con el veterinario, ya que, como todos los medicamentos, puede tener efectos secundarios.

Por último, hay una variedad de analgésicos y antiinflamatorios disponibles, como el Previcox y el Metacam, que se pueden usar según la necesidad, pero que deben administrarse bajo la supervisión de un veterinario para evitar efectos indeseados.