Moony es una adorable gata que fue abandonada aún muy pequeña y acogida por Luc Michaud, quien se quedó gratamente sorprendido cuando descubrió su peculiar aspecto.
Mientras algunos temen la presencia de Moony porque su físico les recuerda a un mapache, a un lobo e incluso a un Ewok, otros aprecian y valoran su aspecto como un rasgo que le hace única y muy especial. Y realmente lo es.
Aunque existen algunos otros casos de ‘gatos lobo’ como los Lykoi, en este caso no se debe a una mutación genética que ha derivado en la aparición de una raza nueva, sino más bien a una alteración hormonal que provoca en Moony un crecimiento incontrolado de pelo, al igual que ocurre en algunas personas.
A este crecimiento excesivo de pelo hay que añadirle unos inquietantes ojos amarillos y unas largas uñas en forma de garras; vamos que Moony lo tiene todo para alimentar leyendas, pero cuando Luc la describe habla de una gata muy sensible y juguetona.
La encontró en marzo de 2014 en una caja, asustada y con mucho frío. Tras asegurarse de que había sido abandonada la acogió en su casa, a pesar de que no se había planteado hasta entonces adoptar un gato.
A su hermano le pareció espantosa, mientras que él habla de amor a primera vista. Piensa que fue abandonada por el síndrome que padece pero, tras consultar con el veterinario, tan solo requiere de unos pequeños cuidados extra; por lo demás en un gato normal.
Moony necesita mucho cuidado para evitar que sus pelos largos entren en sus ojos y la nariz y tengo que echarle gotas para los ojos todos los días.
A nosotros nos parece una gata adorable, y a ti ¿qué te parece Moony?
Vía: Notas de Mascotas
También puedes ver: El ‘síndrome del perro negro’: un prejuicio muy extendido
Departamento de ventas y redactora de contenido del mundo animal