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Carnaval es una excusa perfecta para divertirse en familia y eso incluye a todos los miembros: humanos, ‘gatunos’ o ‘perrunos’, así que si tu perro o gato es de los que se apunta a todas y le gusta la fiesta, he aquí cinco sugerencias de disfraces fáciles de hacer y aptos para los más peludos.
Así, al jinete de la foto superior que puedes tunear fácilmente colocando un muñeco en un arnés y creando tu propio jockey, te sugerimos estos otros modelos de disfraces que puedes adaptar a tu perro o gato.
El rey león
Con solo una melena tupida puedes rodear la carita de tu amigo peludo para que parezca más fuerte y feroz; aunque a veces esa mirada dulce o incrédula nos evoca un león poco fiero, más bien mimosote.
La araña gigante
No apto para aracnofóbicos a los que les puede aterrar encontrarse con un espécimen de araña de tales dimensiones.
Lo puedes hacer versión peluda, de patas gruesas o patas largas, de color negro o marrón o a juego con el pelaje de tu mascota…en fin, las posibilidades son infinitas.
Superhéroes
Con una simple tela puedes realizar una capa y un antifaz y crear tu propia versión de superhéroe; o puedes copiar el diseño de los héroes de comics o de la pantalla más populares y demostrar tus dotes con la aguja y el hilo.
Con solo unas alas
Unas simples alas enganchadas al arnés o sujetas con una goma elástica o anudadas con tela pueden convertir a nuestro amigo de cuatro patas en un angelito, en una mariposa, en una abeja, en un avión, en un murciélago…eso sí, procura que no sean tan extensas que se choquen con el marco de la puerta, a ver si te va a dar por disfrazarlo de albatros o de cóndor con las alas desplegadas.
Peluca y pañuelo
Dependiendo de la melena y el pañuelo que elijas puedes conseguir que tu perro o gato parezca un pirata, una dama de los años 50, un cantante de grupo de rock, convertirle en un tenista o darle un toque oriental o caribeño…
Recuerda que se trata de divertirse en familia y hay perros o gatos a los que les molesta llevar prendas o accesorios, así que hay que tratar de ser lo más respetuoso posible y agudizar el ingenio para que el disfraz no les resulte incómodo.
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